El peligro islamista conspira en el hemisferio occidental… probarlo es a veces complejo por la manera en que ha dominado el pensamiento de muchas personas afín a esta administración…
NOTICIAS EN EL MUNDO. Caracas, Venezuela
Se han valido de falsas situaciones y acusaciones poco exageradas, lo que pone en riesgo alterar la razón de los socios en el hemisferio y hacer que sea más complicado asegurar el tipo de cooperación que necesitamos para mantener seguros a los ciudadanos estadounidenses. .
Ciertamente; personas de países del Caribe han abandonado estos lugares para aliarse a la yihad de ISIS en Siria e Irak, creciendo el riesgo de que vuelvan convertidos en terroristas, semejantes a los que han estado detrás de los ataques contra civiles en el continente Europeo.
En los años 1992 y 1994 ocurrieron atentados con explosivos vinculados a HezbollahIrán en Argentina contra la embajada de Israel y la Sociedad de Ayuda Mutua de Israel (AMIA) que mataron a 85 personas. Recientemente ocurrió el arresto y posterior sentencia del miembro de Hezbollah Mohammed Hamdas en Perú por supuestamente explorar el país en busca de objetivos potenciales. Además está la alarmante lista de acusaciones de que el venezolano Tareck El Aissami tenía y puede mantener vínculos con Hezbolá.
Existen una serie de afirmaciones para desacreditar la administración de Donald J. Drumpf; Pero dadas las tendencias islamofóbicas de los altos mandos, incluidos Michael Flynn y el director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), Mike Pompeo, acusaciones, tanto infundadas como verdaderas que ponen en riesgo de torcer la política estadounidense hacia la región y, al militarizar su política, llenando a la región de aliados y socios pragmáticos en formas que harán que los ciudadanos estadounidenses estén menos seguros.
En el caso de Flynn (quien escribió en su libro The Field of Fight, que Cuba y Venezuela estaban aliados con islamistas radicales, aunque sin pruebas), Pompeo y el presidente Drumpf sabemos cuáles son: la amenaza islámica.
Una base de conspiración y miedo en Venezuela ?
Antes de la administración Drumpf y Flynn ya existía una guía de “islamo-alarmismo” en el hemisferio. Una buena parte de esas denuncias han sido desacreditadas: entre ellas la existencia de minas de uranio controladas por Irán en las orillas del río Orinoco en Venezuela; un campo de entrenamiento operativo de Hezbollah en la Isla Margarita de Venezuela; campos de entrenamiento activos de Hezbollah en el área de la Triple Frontera de Paraguay, Brasil y Argentina; y la colocación de misiles tierra-aire en la península de Paraguaná en Venezuela. Ninguno de ellos es cierto.
Este último cargo, vendido por José Cárdenas y Roger Noriega, podría haberse desmentido fácilmente con un simple vistazo a los mapas de Google. De igual manera, un miembro del equipo de transición de Drumpf en el Tesoro escribió en el blog CapitolHillCubans.org a favor del embargo, haciendo afirmaciones regulares referentes a la colaboración iraní-cubana.
Por su parte Cárdenas y Noriega, Mauricio Claver-Carone “informó” sobre las visitas de un funcionario iraní a Cuba y los supuestos acuerdos que establecieron. Lamentablemente, su investigación fue corta en inteligencia real, larga en especulaciones y sin pruebas de colaboración terrorista.
La angustia por la influencia iraní y la presencia de Hezbolá en la región, atizadas por personas como Cárdenas, Noriega y Claver-Carone, provocaron un proyecto de ley bipartidista, la Ley contra Irán en el Hemisferio Occidental, promulgada por el presidente Obama en enero de 2013. La medida pedía una respuesta integral de EE. UU. a las incursiones iraníes y un estudio basado en evaluaciones de amenazas realizadas por agencias de inteligencia y fuerzas del orden. La disposición ha ayudado a garantizar una limpieza y un informe completos de las actividades de Irán y Hezbolá en la región.
Sin embargo, éste proyecto de ley y sus actualizaciones no han logrado producir la prueba incuestionable de la influencia islamista en la región. Y más difícil aún, el informe integral extrajo información y tiempo del personal de las embajadas de toda la región y las agencias de todo el gobierno, lo que creó una gran distracción de las amenazas de seguridad inmediatas más relevantes en la región.
El Departamento de Estado de Estados Unidos no ha sido el único que ha criticado la necesidad urgente y la veracidad de amenazas iraníes y de Hezbolá a la seguridad de Estados Unidos.
En el año 2012 un grupo de expertos independiente del Centro de Estudios Internacionales y de Seguridad (CSIS, por sus siglas en inglés) redactó un informe que puso en duda muchas de las acusaciones.
En tal informe se reconoce; “Dentro del hemisferio, Irán ha buscado vínculos con una amplia gama de países, desde estados democráticos de libre mercado hasta un puñado de estados autoritarios antiestadounidenses, regímenes”.
Además agrega que a nivel de relaciones económicas bilaterales, la mayoría de ellos se han centrado en establecer instalaciones de fabricación iraníes en cosas como «fábricas de tractores, instalaciones lácteas y plantas de cemento, además de exploración de hidrocarburos y minerales», los cuales no son rentables para Irán pero sirven para promover el estatus del país globalmente comprometido.
Regimen de Nicolas Maduro utiliza Venezuela como base de operaciones terrosristas
Con respecto a las acusaciones de colaboración entre Irán y Venezuela en la extracción de uranio, el CSIS reconoció que Venezuela “no parece tener tanto uranio como Irán, ni la capacidad para procesarlo y concentrarlo”, lo que lleva a la pregunta sin respuesta en los informes de Noriega/Cárdenas: ¿Cuál es la justificación de su supuesta (y refutada) empresa conjunta de uranio?
En definitiva, el informe confirma que las actividades de Irán en el hemisferio occidental son una advertencia: “Sobreestimar una amenaza potencial iraní podría conducir a reacciones más dañinas que cualquier cosa que Irán podría hacer al degradar las relaciones de Estados Unidos con los gobiernos y los públicos vecinos”, concluye.
En este mismo sentido, otro informe fue preparado por la organización no gubernamental (ONG) como un reportajes de investigación ProPublica, en el mismo se reveló que efectivamente hubo esfuerzos para compartir información y colaboración de inteligencia entre los gobiernos del expresidente Hugo Chávez de Venezuela y el expresidente de Irán Mahmoud Ahmadinejad.
Sin embargo, el informe alega de que el gobierno de EE. UU está al tanto… En una parte señala que “el Departamento del Tesoro de EE. UU nombró a un diplomático venezolano y a un empresario venezolano como terroristas por supuestamente recaudar fondos para Hezbollah, discutir operaciones terroristas con operativos de Hezbollah y ayudar a viajar a militantes de Venezuela a Venezuela”.
En diciembre, se publicó un artículo de Emanuele Ottolenghi y John Hannah titulado “Para combatir la inmigración ilegal, Drumpf debería apuntar al Hezbollah-Narco Nexus de América Latina”.
El problema con el artículo era que, si bien se basó en fuentes dispares pero creíbles, los puntos de datos no se sumaron a una conspiración masiva de Hezbolá o Irán al sur de la frontera de los EE. UU.
Además; los enlaces que proporcionó fueron a una serie de casos individuales de incautaciones de drogas y la revelación de un vínculo de lavado de dinero entre Hezbolá y narcotraficantes mexicanos y colombianos.
El artículo continúa con la posible colusión del gobierno paraguayo con el gobierno libanés, cuyo presidente supuestamente tiene vínculos con Hezbolá.
Igualmente pasó con un artículo publicado en National Review en línea por J.P. Carrol con el título “La amenaza islamista que se avecina… en América Latina”. Desafortunadamente, la evidencia ofrecida no cumple con el título alarmista del reportaje.
En el artículo se detallan que las tácticas de miedo se basan en tres afirmaciones, una de las cuales es que el área de la Triple Frontera entre Brasil, Argentina y Paraguay se ha convertido en un centro financiero y de entrenamiento para Hezbolá.
En tal sentido; tristemente, la única evidencia suministrada es una declaración del Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel en el Jerusalem Post de que están colaborando con el gobierno paraguayo.
La versión de que la zona de la Triple Frontera es un cultivo de campamentos y entrenamiento de terroristas ha existido desde hace mucho tiempo, además de ser constantemente desacreditada.
Ciertamente, muchas investigaciones del Departamento de Estado, la CIA y la embajada han revisado el área, convirtiéndola tal vez en la zona más estudiadas por la comunidad de inteligencia estadounidense en el hemisferio occidental.
De hecho, en su artículo, Ottolenghi y Hannah enlazan a una página de Wikileaks que contiene un cable estatal que resume una conferencia interinstitucional de 2007 en Asunción, Paraguay, que concluyó que “Hizbollah [sic] tiene una pequeña presencia directa, no operativa en el terreno, pero la mayoría de los libaneses en la TBA [área de la Triple Frontera] son simpatizantes de Hezbolá, si no simpatizantes financieros”.
Es decir; las comunidades libanesas n el área de la Triple Frontera posiblemente estén recaudando dinero para Hezbolá para sus actividades en otros lugares, pero la región no es una base de operaciones para ataques terroristas en las Américas.
La segunda base principal del alarmismo de Carroll, que también se menciona en el artículo de Ottolenghi y Hannah, es el conocido caso de las fuerzas Quds iraníes que intentaron reclutar sicarios mexicanos de narcóticos para asesinar al entonces embajador saudí en los EE. UU. Adel al-Jubeir en Washington, D.C.
El complot condujo a cargos del Departamento de Justicia de Estados Unidos contra dos funcionarios iraníes.
Entonces, sí, este es verdadero y está fundamentado. Solo hay dos problemas con eso. Primero, los grupos narcotraficantes mexicanos nunca estuvieron involucrados. Los representantes de la fuerza Quds solo se reunieron con el agente encubierto de los EE. UU., lo que significa que en este ejemplo tan citado de colaboración entre Irán y los narcotraficantes mexicanos nunca estuvieron realmente involucrados como socios.
El segundo problema es que el plan de Irán no era de la misma escala o tipo que los autores de estos dos artículos promocionan. No fue un ataque masivo contra los ciudadanos estadounidenses o la infraestructura; fue un intento de asesinato selectivo.
TARECK EL AISSAMI VINCULADO CON HEZBOLA
La última acusación hecha por Carroll es más legítima y es la posible vinculación con Hezbolá del actual vicepresidente venezolano, Tareck El Aissami.
Existe evidencia creíble de que el recién nombrado vicepresidente de Venezuela, El Aissami, hijo de madre libanesa y padre sirio, estuvo activo en Hezbolá en su juventud y ha mantenido sus vínculos con grupos terroristas mientras estuvo en el Interior. Ministerio y ahora en la vicepresidencia.
Las fuentes han confirmado sus vínculos juveniles con Hezbollah y expresaron serias preocupaciones sobre el nexo entre el narcotráfico y Hezbollah mientras estuvo en el Ministerio del Interior.
Además es sabido que el Ministerio del Interior de Venezuela tiene participación en el narcotráfico y actividades delictivas… es por ello que el chavista de línea dura de 42 años ascendió tan rápidamente en las filas y en el Ministerio del Interior para estar a un paso de la presidencia, eso si debe ser motivo de preocupación.
Ahora la interrogante es cómo Irán o Hezbolá pondrán en acción esta influencia en la región?. Tal como señala el caso del embajador saudí Adel al-Jubeir, un ataque terrorista masivo en EE. UU. o contra intereses estadounidenses lanzado por Irán desde las Américas traería una respuesta rápida y dolorosa al gobierno teocrático.
Para agregar; Estados Unidos está rastreando cuidadosamente a un número preocupante de ciudadanos de la región, principalmente del Caribe, que se han ido para unirse a ISIS. El temor es que puedan regresar y lanzar ataques autodirigidos en suelo estadounidense o contra los intereses estadounidenses en sus países de origen. Además del hecho de que así es como han ocurrido los ataques terroristas más recientes en Europa y, muy vagamente, en los EE. UU., también tiene más lógica que la idea de que Irán lanzaría un ataque dado todo lo que arriesgaría.
Pero abordar esa preocupación requiere la cooperación con los gobiernos de la región que rastrean los viajes de sus ciudadanos, a los territorios de ISIS, de regreso y a los Estados Unidos, y comparten esa información con los servicios de inteligencia de los EE. UU. Y esto incluye trabajar incluso con países como Cuba para mantenerse actualizado, algo que es un anatema para muchos de los que están ansiosos por tener la oportunidad de trabajar en esta administración.
Al mismo tiempo, el hecho de que muchos miren a la región y vean solo una amenaza terrorista, muestra una preocupante falta de interés en las principales preocupaciones de la mayoría de los latinoamericanos.
Si la administración de Drumpf quiere construir el tipo de alianzas con los gobiernos de la región necesarias para detectar y frustrar un ataque, esto exige liderar los temas que son de principal preocupación para los latinoamericanos.
Por muy real que sea la amenaza, ignorar las demandas y los temores de los ciudadanos al sur de la frontera y permitir que el Islam radical domine nuestras conversaciones con el hemisferio solo hará que Estados Unidos sea menos seguro.
